miércoles, 30 de noviembre de 2016

MAMÁ GATA


Tomando el sol en la puerta de una de las viviendas del tranquilo pueblo de Saraso, me encontré a esta gatita, que supuse que también tendría cachorritos, ya que sus pezones estaban muy sonrosados y grandes.

BLANCO Y MIS BONSÁIS


Mi gato Blanco y mis perejiles. Así solemos llamar a estos pequeños arbolitos que algún día serán bonsáis  

domingo, 27 de noviembre de 2016

lunes, 21 de noviembre de 2016

MAPACHE Y GAVIOTA - MONTREAL, Canadá

Mapache

De Montreal me traje foto de este mapache que fotografié en el Parque Mont Royal. Hay ciento de ellos y, a pesar de que está prohibido darles de comer, son muchos los que los alimentan. A éste le acababan de dar una manzana, que tan ricamente se estaba comiendo.  

Gaviota
Y, paseando por el Viejo Puerto también fotografié  a esta gaviota. Si quieres saber más sobre esta bonita ciudad pincha aquí.

lunes, 7 de noviembre de 2016

PERROS Y GALLINAS EN ETERNA - Burgos

Durmiendo a la bartola 

Vigilando  

Correteando por el pueblo

Cacareando

Todos estos animales los fotografié en Eterna, pequeño pueblo que pertenece a la Riojilla Burgalesa, si quieres conocerlo pincha aquí 


miércoles, 2 de noviembre de 2016

MI GATO CAZANDO A UN PETIRROJO

Estos días ando un poco obsesionada en fotografiar a un Mirlo que tengo en mi jardín, y el motivo es porque sus plumaje es blanco y negro. Creo que se trata de una hembra.
He descubierto que tienen un nido entre los setos, y cada mañana la veo que entra y sale, así que nada más que escucho su canto, salgo a mi terraza y espero a ver si consigo hacerle una buena foto.


Pues la semana pasada, cuando estaba quieta y esperando verle salir, vi por el objetivo de mi cámara que un Petirrojo se posaba en el mismo lugar pero un poco más abajo así que bajé la cámar para enfocarle, y justo en ese momento vi algo que se movía y lo escuché piar fuerte. Inmediatamente levanté la vista y, para sorpresa mía descubrí a mi gato Botitas con él en la boca. Hice esta foto que lógicamente me salió movida, ya que me quedé tan sorprendida, pues no me esperaba lo que realmente sucedió.  


Desde lo alto de mi terraza le chillé, y él con su presa en la boca me miró y continuó con ella


¡Ya no había nada que hacer por el pobre Petirrojo!